COMUNICACIÓN
PARTICIPATIVA - ¿EL NUEVO PARADIGMA?
La comunicación, en general, ha sido por mucho tiempo
marginada de los proyectos de desarrollo, y aún lo es. Incluso cuando las
organizaciones para el desarrollo admiten que los beneficiarios deben ser
involucrados, no logran comprender que sin la comunicación no puede
establecerse un diálogo permanente con las comunidades.
La comunicación tiene posibilidades reales de alcance global,
tanto en la producción como en la difusión y recepción de mensajes y contenidos
relevantes. Esta posibilidad real, concreta, objetiva y verificable es un
poderoso indicio del potencial transformador de la comunicación.
La comunicación contribuye a la reflexión sobre lo que las
comunidades o sociedades creen qué es el desarrollo, facilita entornos para que
se determinen las metas y estrategias, permite analizar las realidades de los
pueblos y establecer políticas a seguir, y se convierte en una herramienta
clave para promover procesos de cambio a nivel político, social, comunitario e
individual.
La participación implica un más alto nivel de involucración
del público en los sistemas de comunicación. Esta incluye la participación del
público en el proceso de producción y también en el gerenciamiento y la
planificación de sistemas de comunicación.
La participación puede ser nada más que la representación y
la consulta del público en el proceso de decisión. Por otro lado, la
autogestión es la más avanzada forma de participación. En este caso, el público
ejercita el poder de decisión dentro de empresas y organizaciones de la comunicación
y está también plenamente envuelto en la formulación de políticas y planes de
comunicación.
El concepto de comunicación participativa parte del supuesto
de que aquellos afectados por las decisiones deben estar involucrados en la
toma de estas.La comunicación participativa es un modelo y una forma de “hacer
comunicación” que facilita la recuperación de la vida cotidiana, las
necesidades e intereses de los grupos socioculturales, así como a sus
protagonistas, mediante la planificación de propuestas que contribuyan a
mejorar su presencia e incidencia tanto en los procesos de desarrollo, y de
toma de decisión, como en los medios de comunicación. Este “modelo de
comunicación” posibilita espacios y relaciones de poder más equitativos en
donde las personas comparten experiencias, información, sentimientos y
propuestas para crecer individual y colectivamente.
El concepto de desarrollo participativo permitió entender
mejor el papel de la comunicación para el desarrollo. Actualmente, más
proyectos incluyen personal y presupuesto específicamente asignado para las
actividades de comunicación. Ello ha revelado la carencia de comunicadores para
el desarrollo; de hecho, se trata de un área de especialización casi
inexistente en las universidades. Entre los miles de instituciones académicas
del mundo que producen periodistas destinados a los medios de información o a
la publicidad, apenas unas cuantas ofrecen cursos de comunicación para el
desarrollo.
Para los procesos comunitarios, la comunicación participativa
se plantea como la interrelación o mezcla de la comunicación para el desarrollo
y la comunicación comunitaria, en donde la primera ayuda y acompaña a una
comunidad para que pueda desarrollarse (desde el punto de vista de la
comunicación), es decir, es un proceso que va mas allá de la divulgación o
información pues al traspasar por el entramado social, la comunicación esta en
la obligación de educar, pero entendiendo la educación como la capacidad
multiplicadora que supera los salones de clase.
La comunicación comunitaria realiza la producción de medios
de comunicación desde la misma comunidad pues es esta quien elabora los
mensajes y busca el contexto adecuado para su transmisión, se entiende que
estos mensajes parten de su sentir, experiencias y necesidades.
La comunicación participativa “cambia” el modelo tradicional
de comunicación en el que existe un emisor y un receptor. La comunicación aporta a las
relaciones interpersonales, lo que puede comprenderse fácilmente si prestamos
atención a las funciones que ésta cumple, así como también a los siguientes
principios sobre los que se desarrolla el proceso comunicativo.
MEDIOS DE
COMUNICACIÓN Y RESPONSABILIDAD SOCIAL
Los medios de comunicación son utilizados generalmente, en el
contexto del desarrollo, para promover estrategias de cambio social mediante la
divulgación de mensajes que interpelan al público para que apoye a los
proyectos orientados hacia el desarrollo. Aunque dichas estrategias divergen
ampliamente en los países en desarrollo, el patrón usual de radiodifusión ha
sido el mismo: informar a la población sobre los proyectos, mostrar las
ventajas de estas iniciativas y recomendar que sean apoyados.
En primer lugar debemos tener en claro que la responsabilidad
social de los medios de comunicación de estar dirigida a un colectivo que se
prime de tener un compromiso democrático. Pero no se debe dejar a un lado la
función primordial de los medios: informar, y su responsabilidad básica
consiste en ofrecer el mejor producto a una comunidad, lo que conlleva a tener
una conciencia con respecto a que necesidades e intereses que tiene esa
comunidad.
Los medios de comunicación, al ser masivos, tienen como
principal característica una cobertura de amplia difusión, por lo que los
mensajes relacionados con la opinión pública, deben contar con la mayor ética
posible, y estar precedidos de una buena fe; esto para llenar las expectativas
de las personas, sin desmeritar, cambiar o manipular el mensaje, y así
garantizarles a las personas una buena facultad de recepción, con la que puedan
reflexionar apropiadamente y tomar una decisión correcta.
Los Medios Masivos de Comunicación (MMC) o masas media
influyen sobre las personas, modificando sus modelos de vida, costumbres,
hábitos de consumo y modelando sus opiniones. Hoy en día, son una herramienta
persuasiva que nos permite mantenernos en contacto con cualquier parte del
mundo sin importar el idioma ni la distancia.
¿Somos entonces responsables socialmente? claro que sí. La
responsabilidad social construye sus pilares sobre la ética profesional y está
presente en cada uno de nuestros actos, sin importar el oficio que
desempeñemos. Una persona que hace caridad o es filántropo no necesariamente es
responsable con su entorno; un profesional de la comunicación (en este término
convergen múltiples disciplinas) debe comprender que su labor es pública (nadie
escribe, presenta un noticiero o crea una pieza publicitaria para sí mismo) y
en esa medida, asume su rol para contribuir al desarrollo sostenible de su
comunidad a fin de mejorar la calidad de vida.
Se requiere un manejo ético y ponderado de la información, de
lo que se dice o expresa. Estos elementos los perfecciona la academia. Sin
embargo, no puede ser una camisa de fuerza, porque hay quienes han sabido ser
más periodistas sin título que otros quienes habiendo estudiado no ejercen con
imparcialidad y responsabilidad, y más bien logran desorientar y desinformar al
público.
Coordinador General de "SUMATE"- JONATHAN KULKI
Coordinador General de "SUMATE"- JONATHAN KULKI
ENLACES :
1.-http://www.razonypalabra.org.mx/N/N71/VARIA/27%20MARI_REVISADO.pdf
2.-http://ols.uas.mx/InfoWeb/eventos%20especiales/ApuestaPorMexico/La%20responsabilidad%20social%20en%20los%20medios%20de%20comunicacion.pdf
3.-http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001343/134355so.pdf
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