viernes, 16 de septiembre de 2011

EL PERIODISTA TIENE QUE VERIFICAR Y VERIFICAR



 “La ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón” (Gabriel García Márquez)”

Cada día, los periodistas enfrentan situaciones en las que deben tomar decisiones éticas. Los códigos y saberes de la profesión funcionan como brújula, pero las circunstancias reales condicionan sus elecciones. Ante la pobreza, la corrupción y la tragedia, el trabajo del periodista se interna en una zona donde ya nada es blanco y negro, sino un confuso gris donde es necesario encontrar el modo de dar cuenta de la verdad con responsabilidad e independencia.
LOS PERIODISTAS…. No son los dueños de los medios, pero son los gerentes de la información. No poseen grandes fortunas pero deciden, entre todos, cuáles serán las tapas de los principales diarios y los temas calientes de la radio y la tevé. Nos dan tema de conversación, provocan el enojo cotidiano de los políticos y hasta pueden hacer temblar la Bolsa. Observan, investigan, opinan, deciden cuáles y cómo serán las noticias.
Los periodistas, como parte de su trabajo diario, se ven envueltos en una serie interminable de relaciones de las cuales obtienen su materia prima, la información; sin embargo, muchas veces este ejercicio lleva al profesional de la información a situaciones que lo comprometen como profesional ante el medio y ante sus fuentes.
Para un periodista, es de suma importancia mantenerse alejado de situaciones que pudiesen devenir en un conflicto de interés, con el fin evitar comprometer la información obtenida y su propio trabajo a partir de ella.



 Uno tiene siempre que decidir y saber que la prioridad para un periodista es el lector, oyente o televidente y a través de éste la sociedad.  El periodista cuenta lo importante, no de la realidad, sino como lo vemos y queremos ver. “El buen periodista es aquel en el que se siente palpitar al ser humano”.
 El objetivo que tenemos como periodistas es evitar las medias verdades y las afirmaciones aceptadas sin verificación. Eso debe obligar al periodista a buscar otra fuente más allá de la oficial, porque hay que tener en cuenta que las informaciones dadas por ejemplo por el gobierno son mentirosas, tiene mucho contenido propagandístico y eso es explicable ellos quieren dar a conocer sus realizaciones positivas. No hay gobierno tan tonto que vaya a salir a decir sus debilidades. Un problema que tiene el periodista es que depende demasiado de las fuentes oficiales y esta crisis se puede convertir en oportunidades si se aprende a buscar fuentes alternativas, que nos permita ver con ojos críticos la actividad que cumple ese gobierno.
Dentro del ejercicio del periodismo existen censuras, como la económica, en la que los medios de comunicación ponen en primer lugar el renglón económico y subordinan a esto la finalidad de los medios que es informar bien. Eso significa que dentro de las gerencias debe haber gente que entienda no sólo el flujo económico, sino la importancia social que tiene la información. Si hay este tipo de personas, entonces es factible esa subordinación. A partir de esa subordinación se da la autocensura, que es la que  pone a prueba la verdadera independencia de un  periodista. Quien tiene al final el poder de decidir si pública o no es él. La autocensura viene por un interés o miedo. Si uno quiere construir su autonomía, debe hacerlo rompiendo su dependencia. Uno es libre porque le da la gana, no porque nadie nos lo da. Pero esto no implica en nada el hecho de  mantener la credibilidad, el que se ha convertido en un riesgo en el periodismo. Uno es periodista para que le crean. Uno llega a la vejez y se pregunta qué le queda, lo único es que te creen. Ocurre que la credibilidad siendo tan indispensable es muy frágil y cuesta mucho construirla. Al único al que el lector, oyente o televidente le cree es aquel que se preocupa por él, no como funcionario o miembro de un determinado partido.
Sin independencia un periodista es como un cirujano con el mal de Parkinson. “El pulso es vital para el cirujano como la independencia para el periodista. Parece duro, parece rudo, pero es elemental”, señaló.



La falta de credibilidad muchas veces es justificado  por que existe el  periodismo mal pagado, es decir  a un periodista mal remunerado le ponen  en dos extremos: el del soborno. Si a mí me pagan mal y tengo la angustia del mercado, la familia y todas esas cosas personales, entonces habrá alguien que brindará un apoyo a través de un chequecito. Urgido de la necesidad puede aceptarlo, pero está vendiendo su independencia. Aquí entra a  tallar mucho la ética, la cual entra en pugna con el ejercicio del periodismo, el periodista no sabe, si ser  un profesional excelente o sacar dinero para el sustento de la semana .la ética tiene que ser vista como un talante de la persona. La ética es excelencia.
Si lo que deseamos es informar, lo único que tenemos que hacer, es mirar todos los hechos como parte de un proceso, no aislados. Para contar un hecho no basta contar lo que sucedió, hay que notar por qué sucedió, cuáles son las perspectivas que se crean con lo que sucedió, en qué contexto sucedió. Son tres dimensiones del hecho, la dimensión temporal del pasado que es la que te da los antecedentes. Un hecho no se comprende si uno no sabe de dónde se originó. Hay un conocimiento imperfecto del hecho si uno no sabe las circunstancias en que ocurrió, que estaba sucediendo al mismo tiempo y que tiene relación con el hecho. Ese es el contexto. Este incompleto además si uno no conoce las consecuencias, uno tiene que prever las consecuencias. Para hacer eso tiene que conocer la dimensión y el contexto. Hay que tener en cuenta que el futuro está contenido en el presente. El periodista debe tener en cuenta el pasado, presente y futuro para hacer un relato completo del hecho y por ultimo  ver al hecho desde diversos ángulos. Pero esto no quiere decir que el periodista no se puede limitar a contar lo que sus sentidos vieron, oyeron, olieron o tocaron. Debe ir más allá de los sentidos y es la capacidad que tiene la inteligencia y la imaginación del ser humano para hacer una reconstrucción de los hechos y una explicación que los haga comprensibles.


El buen periodismo es
el que se ejerce no como un poder, sino como un servicio. Cuando uno hace periodismo para servir a la gente le está dando un valor de calidad fundamental. En cambio cuando se ejerce como poder económico o político se pervierte, porque la naturaleza del periodismo como la de la palabra es la de comunicar y compartir con los otros. Hay un segundo aspecto y es que el periodismo uno lo debe ejercer como una pasión no como un cálculo.

Si hay algo que dignifica esta profesión es que somos constructores de esta sociedad. “La libertad se construye a golpe de decisión. La información condicionada, ordenada por alguien, contaminada, no forma buenas decisiones. Información mediocre, pueblos debilitados”.






EL TRABAJO DE PERIODISTA DE RADIO




“Las culturas virtuales son mediaciones entre cultura y tecnología, constituyen sistemas de intercambio simbólico mediante los cuales se configuran sentidos colectivos y formas de representarse lo real”.



Como en muchas otras ramas de las Ciencias y del Saber, el periodismo ha experimentado sucesivos cambios a lo largo de su historia. Cambios que afectan a la profesión y a los profesionales. Y todos estos cambios casi siempre vienen marcados por los avances tecnológicos. Es la tecnología la que marca, en muchos casos, los ciclos evolutivos de determinados avances y la que acorta la duración de los mismos cada vez a mayor velocidad.
Vivimos en una época de cambios y evolución, el hombre cambia, evoluciona, se expande, conoce nuevos horizontes; ya no nos conformamos con tan solo llamar por teléfono, ya no queremos escuchar a la persona, queremos verla. Todo cambia, la moda, la música, la forma de ver televisión y por supuesto la radio.
Los avances tecnológicos, en cada etapa de la historia de la comunicación, han ayudado bastante en la obtención, elaboración y difusión de las informaciones, principalmente en radio un medio considerado con mayor credibilidad, por el tiempo que se permite para obtener noticias.





En pleno siglo XXI, donde se habla de globalización y tecnología, la comunicación y la información, juegan un papel muy importante en este gran cambio es por ello, que la utilización de nuevas herramientas, que permitan una mejor producción en las informaciones, son cada vez más.
Hoy, Las salas de noticias, se ven repletas de computadoras, las cuales se encuentran conectadas al internet. Día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, las salas de redacción se empapan de información, la cual proviene de todo rincón del planeta. La función de un periodista de radio, es verificar estas fuentes, contrastarlas, ser lo más objetivo e imparcial posible, para poder dar una buena noticia.
Fuera de las salas de redacción y lejos de los micrófonos, la labor del periodista no termina, sino que recién empieza, las nuevas tecnologías, le han dado al periodista el poder de comunicar un hecho desde cualquier lugar. Esto es posible gracias al uso de los teléfonos móviles, los cuales permiten al periodista contar, narrar y comunicar de un hecho noticioso desde donde este. Pequeñas y minúsculas grabadoras de mano son la sensación del momento, y se han convertido en las rivales de las grandes grabadoras con micrófono analógicas, es sabido por todos quien saldrá ganador y esto se verá cuando en pocos años el mercado este llene de estas pequeñas grabadoras y pasen al olvido las analógicas.
La radio como medio de comunicación no se hace a un lado con la utilización de estas herramientas, una de ellas y la principal el internet, pues es ella que camina en cada momento con la información, la radio un medio de comunicación, que trabaja contra el tiempo, le ha permitido al profesional una mayor interacción e interactuación, pues con ello puede acceder a un sinnúmero de información, a pesar de contar con un problema el tiempo, las ventajas y las características que presenta este instrumento son estupendas.

Este cambio en la radio implica dar un gran paso, al que muy pocos se atreven dar, ya sea por temor o por lo difícil que puede resultar. Nos referimos al gran paso de lo analógico a lo digital.
Este gran salto genera consigo una infinidad de cambios desde la forma de hacer la radio, hasta la forma de escucharla. Es hora de una nueva radio y de las nuevas formas de comunicacionesAtrás quedaron los viejos y obsoletos teletipos, las grandes grabadoras (aunque por el momento pueden ofrecer una excelente calidad de audio), las largas horas para poder saber que ocurre en la vuelta de la esquina, porque el comunicador tiene que llegar con la noticia hasta la estación radial, para recién contarla. Esos viejos y obsoletos instrumentos que hicieron vibrar y llenar de alegría a nuestros abuelos se quedaran en el recuerdo y serán parte de la historia y el museo de la radio.
Tal vez esos son solo algunos de los cambios que trae la radio en este nuevo siglo, pero no tan solo es la radio, es momento de cambio de uno mismo, es hora de entrar a la nueva era en telecomunicaciones, tal vez estemos acostumbrados a lo analógico, y se mire con desprecio a lo digital, pero si continuamos así, ignorando las nuevas tecnologías y vivimos desactualizados y lejanos de lo que ocurre frente a nuestras narices, nos veremos un día inmersos en un abismo digital sin escapatoria.
A pesar de las grandes de ventajas que presentan estas herramientas, el principal problema para los profesionales de este rubro, será el desplazamiento del hombre por la maquina, pues mas trabajadores se quedarían sin empleo, ya que la gama de ventajas de estos instrumentos son enormes, y simplemente ya no requieren de servicio profesional. Este es el problema pero la desventaja para el profesional, seria la adopción y la adaptación a este tipo de nuevas herramientas.

Quedara en las manos de los profesionales, utilizar por todos lados estas herramientas tecnológicas, siempre y cuando no se atente con el  trabajo profesional.
En el futuro se va a producir un mayor desarrollo de la utilización de la red Internet, puesto que se trata del medio de comunicación más barato y sencillo para difundir la información, también surgirán nuevas aplicaciones al mundo periodístico a las que tendrán que adaptarse las empresas informativas y los profesionales de la información si quieren permanecer .
Como profesionales de la información  nunca debemos  dar por concluida nuestra  formación, debemos actualizar nuestros conocimientos mediante asistencia a seminarios, conferencias, talleres o mediante la realización de cursos presenciales.  Lo que hoy se requiere son profesionales con capacidad para adaptarse a los cambios.




LA CAPACIDAD DE CAMBIAR ES CLAVE PARA QUE CUALQUIER ESTRATEGIA DE GESTIÓN SEA SUSCEPTIBLE DE TENER ÉXITO” BATISTA BACALLADO

¿ES ESTO PERIODISMO CIUDADANO?



“SI NO PODEMOS LLEGAR A TODOS LOS SITIOS, ESCUCHEMOS AQUIENES SI ESTAN DONDE OCURRE LA NOTICIA”
La venerable profesión del periodismo se encuentra en un raro momento de la historia donde, por primera vez, su hegemonía como guardián de las noticias es amenazada no solo por la tecnología y los nuevos competidores, sino, potencialmente, por la audiencia a la que sirve….





Los medios periodísticos tradicionales actuales se esfuerzan por poseer la ultima tecnología que utilizan tanto para la producción de sus mercancías informativas (desde diarios y revistas en soporte papel como ediciones digitales que permiten búsquedas avanzadas de ediciones anteriores y filtros de contenido), como para la obtención de esa información que de alguna manera luego comercializan. Pero por otro lado, esas mismas tecnologías que le permiten abaratar costos, tener un acceso inmediato con lo que sucede a miles de kilómetros de distancia y diseñar cientos de posibles presentaciones de esa información, esto al alcance de su propia audiencia.
Los medios y las audiencias al compartir  los medios tecnológicos de producción y difusión de la información mundial hacen que el choque de intereses y sobre todo de roles sea inevitable.
 Hablar de PERIODISMO PARTICPATIVO no implica una suplantación sino una conjunción de ambos periodismos, sin perder de vista la relevancia y los puntos tanto favorables como desfavorables de las nuevas tecnologías puestas al servicio de la comunicación.
El periodismo está teniendo cambios tecnológicos en este nuevo siglo. Ahora los periodistas tradicionales se ven “amenazados” por esta misma tecnología, ya que el periodismo participativo está haciendo que cualquiera pueda tener en sus manos la información y puedan acceder fácilmente a esta.

El hecho de que ahora cualquier persona pueda acceder a la información, que gracias a Internet, se está dando libremente, pone en duda la labor que pueden desempeñar ahora los periodistas, que gracias a su estudio tienen las bases para manejar correctamente la información, cosa que ahora no se está viendo, ya que en el periodismo tradicional primero filtra la información y luego la pública, lo contrario que está sucediendo ahora, la información primero se publica y luego es filtrada y catalogada, el mismo lector dice si es buena o mala.

Lo que se espera ahora es que ojala los “nuevos periodistas” no terminen aniquilando a los periodistas tradicionales, sino que por el contrario les sirvan de complemento
El periodismo participativo es una modalidad de vanguardia en nuestra época, ya que ahora el consumidor participa en la producción de las noticias y la información en general, a diferencia del periodismo tradicional donde solamente los medios de comunicación ofrecían las noticias y la audiencia participaba de una manera pasiva.
Hoy en día el periodismo participativo juega un papel activo en el proceso de recoger, reportar, analizar  y diseminar información de una manera independiente, confiable, exacta, de alto rango y relevante que una democracia requiere. Anteriormente el periodismo tradicional se encargaba de hacer todo esto.

La aparición de internet y toda la información que nos brinda, ha sido una de las razones fundamentales en el surgimiento del periodismo participativo. También la crisis de la prensa tradicional y el cuestionamiento de su objetividad.

Ahora el ciudadano común tiene la oportunidad de brindar información fidedigna a través de blogs, páginas web, periódicos comunitarios, e incluso, muchos diarios han abierto una sección al público para que envíen sus cartas con sus opiniones.

El surgimiento del fenómeno del periodismo participativo en Internet acarrea la inevitable comparación con los medios de prensa tradicionales. Muchos de los supuestos que hacen posible el periodismo tradicional se ven trastocados a partir de experiencias de creación colectiva que invitan a criticar e imaginar nuevas formas de acceso a la información en un futuro cercano.
Los roles del periodista y del usuario que acarrea el fenómeno del periodismo participativo, amplían la reflexión en términos de una sociedad más informada. A partir de este suceso, cada persona es un periodista, un medio, diferente al esquema de los tradicionales medios institucionalizados, en donde los receptores eran pasivos.
Ahora, el público, no solo es activo, sino que también se constituye como emisor. Es a partir de esta idea que podemos reflexionar acerca de un verdadero feedback, en donde hay una ida y vuelta entre el polo de la emisión y el de la recepción. Ya no está ese control estricto de los editores, que hacían de los receptores algo "mudo" y sin participación.



 “La verdadera oportunidad está en los blogs donde la gente construye conversaciones y comunidad alrededor de su contenido”.
Esta no es la única característica de este nuevo periodismo, sino que por la exposición de las diversas opiniones por medio de un weblog, este sistema permite a los mismos bloggers intercambiar comentarios sobre las noticias, realizar debates sobre distintas cuestiones y de modo cooperativo rediseñar los textos originales.
Si bien gran parte de los llamados medios tradicionales en ocasiones se nutren de los weblogs desconocidos o poco conocidos, muchos estudiosos en el tema suponen que el Periodismo participativo representa una amenaza al periodismo tradicional y sus profesionales. Al basarse en la acci
on comunitaria trastoca los esquemas anteriores que caracterizan al viejo periodismo. Es un periodismo diferente, uno que no está confinado por las tradiciones y estándares propios de la profesión tradicional. Estas acciones de ciudadanos que se involucran en el periodismo no están limitadas a los weblogs.

“Los periodistas están siendo destronados de su torre de marfil. Muchos periodistas querrían creer que su reportaje sobre una guerra, unas elecciones o un partido de béisbol es la última palabra. Pero cuando el email del reportero empezó a ser publicado al final del artículo en prensa, la dinámica cambió. Entonces, los foros online y las respuestas dieron a los lectores más presencia y condujo a una mayor interacción [...] proporciona una voz mucho mayor a los lectores no periodistas dando opciones para atacar, contraatacar y corregir artículos de maneras que no habían existido antes”
El Periodismo Participativo, si bien podría decirse que amenaza el territorio que a lo largo de tantos años defendieron los medios tradicionales, no impulsar una sustitución de este último ni por el contrario será derrotado por un modelo de difusión informativa que evidentemente ha descubierto sus puntos débiles y se encuentra en seria discusión. No sería correcto plantear una sustitución futura de un modelo por el otro sino una conjunción, donde se mantenga la estructura colaborativa del Periodismo participativo y la confianza de la audiencia (por así decirlo) que ha logrado el periodismo tradicional a base de un arduo trabajo, en cuanto a la veracidad. Conjunción que le permita ser reconocido como medio legitimo de comunicación y que tras un largo debate sobre su estructura cumpla con el objetivo democratizador. La intención de esta participación es suministrar la información independiente, confiable, exacta, de amplio rango y relevante que una democracia requiere.
Si bien existe una muy buena razón para que los periodistas tradicionales se sientan intimidados por el avance de este periodismo participativo, una masificación de los weblogs y su función comunicativa no llevar a una destrucción de este periodismo central sino a una redefinición de sus estructuras; es este aspecto el que utilizan los autores de Nosotros el medio para distinguir estas dos formas de hacer periodismo  (el periodismo participativo) se produce de la base hacia arriba, hay poca o ninguna supervisión o flujo de trabajo periodístico formal de un cuerpo administrativo.  Es el resultado de muchas conversaciones simultáneas y distribuidas que pueden florecer o atrofiarse rápidamente en la red social de la Web.






 

Este periodismo participativo encuentra su espacio en los diarios digitales, en los cuales la información tiene una accesibilidad inmediata, y jerarquizada, en relación a los temas que más nos pueden llegar a interesar. De esta manera se puede acceder a los títulos informativos, que mayor relevancia tienen para uno y ampliar la información que nos parezca pertinente. Esto a su vez se ve reforzado por la actualización constante de estas páginas y de los contenidos de sus diferentes secciones.

GÉNEROS, PROGRAMAS Y FORMATOS RADIOFÓNICOS: ALGUNAS REFLEXIONES PARA SU DIFUSIÓN



Nada nuevo hay bajo el sol, dice la biblia y nada nuevo detrás del micrófono, añaden los veteranos radialistas, después de haber explorado todas las formas posibles de comunicarse a través de las ondas hertzianas. En poco menos de un siglo de radiodifusión, desde las primeras óperas hasta los últimos programas interactivos, se han experimentado todos los formatos habidos y por haber…. Casi todos. Porque la imaginación siempre vuela más lejos. En muchas ocasiones, la necesidad obliga a innovar…….JOSE IGNACIO LOPEZ VIGIL

Casi todos los autores admiten la existencia de géneros radiofónicos, también de formatos radiofónicos. Pero ¿Qué es un género radiofónico? ¿Qué es un formato radiofónico? ¿Hablamos de la misma cosa? Si no, ¿Qué los diferencia?
No hay acuerdo unánime entre los autores.






Algunos teóricos de la comunicación definen los géneros periodísticos como formas de comunicación culturalmente establecidas y reconocidas en una sociedad, un sistema de reglas a las cuales se hace referencia para realizar los procesos comunicativos. Otros autores ven los géneros periodísticos como categorías básicas que construyen la realidad. Los géneros periodísticos se diferencian entre sí con el fin de recoger la complejidad de lo que pasa y exponerlo a los lectores.
Los géneros se distinguen entre sí en virtud de las articulaciones de estructura de los mensajes y el modo predominante de configurarse el lenguaje conforme a la actitud, funcionalidad y finalidad que el autor ha querido darle. Cada género contiene sus propias leyes y características y a la vez, en su desarrollo va creando normas y hábitos y un “saber producir saber y oír”.
Este es un punto clave porque pone de relieve cómo el género se consolida en base a caracteres fácilmente identificables, lo que supone todo un repertorio de pautas comunes entre emisores y receptores; un cúmulo de saberes en común que permiten el entendimiento y, fundamentalmente, permiten una cierta capacidad de anticipación de lo que va a venir . El género periodístico se puede definir en función del papel que juega el narrador o emisor del mensaje en relación a la realidad observada.
Sin embargo entre tantas teorías de clasificaciones de géneros de producción radial hay algo en común que la mayoría de autores toman en cuenta, la no existencia de géneros altamente puros, lo que se traduce en la existencia de géneros híbridos, lo que significa que en un mismo programa o mensaje radiofónico pueden confluir dos o más funciones de la comunicación. De cualquier forma siempre debe existir una función principal y otras secundarias
La clasificación de géneros va a depender y variar de cada autor, es decir no existe una cosificación universal de géneros; del mismo modo que estos no existen de manera pura, por lo que existen híbridos, lo cual también depende de quien los trate y quien hable de ellos. Es así que se propone una nueva tipología: basada en la complejidad de la estructura y en la intención.



 

Los formatos son los moldes concretos en que se producen los géneros radiofónicos. La actitud, la funcionalidad y la finalidad de los autores de productos radiofónicos se plasman en formas más o menos concretas con características específicas cada una de ellos. Un formato de radio, o formato de programación, o el género de programación se refieren a la difusión de contenidos en general sobre una estación de radio. Algunas emisoras múltiples géneros en horario establecido. Con los años, los formatos han evolucionado y los nuevos se han introducido. En la actual era de la radio, la radio muchos formatos están diseñados para llegar a un definido segmento específico o nicho de la población de música sobre la base de tales criterios demográficos como la edad, etnia, origen, etc. El programa es una forma intermedia entre el género y el formato y esta a la vez se planifica.
La importancia de definir estos tres términos, radica en conclusión en darles el mayor uso posible, estudiarlos, explotarlos, combinarlos, desarrollarlos; porque la radio es una extensión de nuestros sentidos, y sus contenidos, en consecuencia deben cuidarlos
La creatividad del productor de radio va apostar su mejor carta cuando decida ganarse a una audiencia de gran nivel, es decir que tenga exigencias de algo nuevo en donde los formatos y los géneros se ponen en juego y lograr así una combinación donde el programa sea el intermediario de su éxito.



FEMINICIDIO EN LA NOTA ROJA: ANALISIS DISCURSIVO CON PERSPECTIVA DE GÉNERO






“Para que la conducta violenta sea posible tiene que darse una condición: la existencia de un cierto desequilibrio de poder… ”


El Feminicidio constituye la forma más extremada violencia contra las mujeres, que cancela sus vidas como resultado de la inequidad de género, la misoginia y la falta de justicia. No todo asesinato de mujer es un feminicidio. Éste es cometido por razones de género, traducidos en actos violentos a los cuerpos de las víctimas. En el Perú, muchas veces, los medios de comunicación han sido la principal fuente de datos sobre el feminicidio. No obstante, aunque se han preocupado por abordar la temática desde una perspectiva social, aún persiste la constante presentación de los asesinatos de las mujeres como simples sucesos, colocándose frecuentemente criterios que identifican estas muertes como crímenes pasionales o como hechos de los cuales las víctimas son culpables.

La violencia de género es feminicidio (asesinato de una mujer por un hombre afincado en machismo, sexismo, misoginia), pero tiene también muchas otras caras igualmente terribles. La violencia de género es ejercida por hombres que se consideran en situación de superioridad y con derecho de propiedad sobre las mujeres, de modo que, la violencia de género es un ejercicio de poder. Es sobre esta situación de poder y control sobre las mujeres, sobre la que la sociedad ha construido la masculinidad, la razón principal del problema; lo que nos permite explicarnos por qué un determinado hombre agrede a una determinada mujer, por qué los hombres utilizan la fuerza física y estrategias de poder y de control con sus parejas. Los hombres agresores no entienden las relaciones entre unos y otras como relaciones de seres humanos y que las mujeres tienen iguales derechos que ellos.

El lenguaje es la herramienta que por excelencia construye realidades. El empleo de tal o cual palabra en tal o cual contexto representa, ni más ni menos, que un posicionamiento, una forma particular de percibir determinada porción de esa realidad. Y ese uso del lenguaje no suele ser casual. Tiene en sí mismo una carga ideológica, una defnición, una perspectiva que transmite una manera de leer situaciones. Con el lenguaje se manipula, se convence, se habla y se comunica. Se crean lógicas y mecanismos de funcionamiento; se construyen y transmiten argumentos, sustentos, ideas y estereotipos. En sí, se confeccionan posturas.

El sustantivo hombre posee un doble valor en español, según se use como genérico (con el significado de 'persona'), 0 como especifico (con el de 'varón'). Pero no siempre resulta fácil interpretar el sentido exacto y, cada vez con más frecuencia, surge la confusión. Por ello, lo recomendable es utilizar el término hombre para referirse solo al sexo masculino y utilizar otras posibilidades más claras como persona, ser humano, etc. cuando se pretenda englobar a los dos sexos.

Así mismo el uso de estereotipos se ha convertido en un instrumento de comunicación poderoso, especialmente como transmisor ideológico. El estereotipo sexista, es tremendamente dañino, puesto que parte de una relación desigual de poder entre hombres y mujeres, y su uso abunda y perpetúa el desequilibrio entre unos y otras.
El uso de estereotipos hace que habitualmente, las mujeres que aparecen en los medios de comunicación respondan a los ideales masculinos: belleza – fundamentalmente– y riqueza (modelos, mises, actrices, princesas). Los medios de comunicación perpetuán dichos estereotipos y consolidan desde los primeros años de vida la imagen distorsionada de que los hombres son superiores a las mujeres.

En los medios de comunicación, se presenta a la mujer mayoritariamente como madres, esposas y consumidoras, es decir, en su relación con los varones o en las tareas tradicionalmente asignadas al ama de casa. A las que los medios de comunicación presentan como “triunfadoras”, son las que por su actividad o actitud se acercan a los comportamientos masculinos, todo ello en refererencia con el lenguaje utilizado en la sociedad.

Este problema que ataca a la mujer y la hace ver ante la sociedad como dependiente del hombre y de menor nivel (inferioridad) también ocurre con mucha frecuencia cuando un texto está escrito, leído o recitado por un hombre, este suele olvidar que las mujeres son también receptoras de su mensaje. Surgiendo así discursos que están construidos de un modo androcentrico. Los medios de comunicación deben tener presente que el público al que se dirigen está constituido por los dos sexos y que, por tanto, deben tener en cuenta a ambos, sin discriminar ni ocultar a ninguno de ellos.

Un rasgo sexista que se advierte con frecuencia en los medios de comunicación es la disimetría a la hora de tratar al sexo femenino con respecto al masculino, con frecuencia al hombre se le nombra solo por el apellido, mientras que en el caso de la mujer esto rara vez ocurre, siendo usual que su apellido aparezca precedido del nombre de, también cuándo los hombres son nombrados por su condición, profesión, estatus social, nacionalidad, etc., mientras que de las mujeres solo se resalta su condición sexuada y por ultimo cuando se expresa a los dos sexos, se presenta en primer lugar el masculino, consolidando asi la idea de que un sexo es prioritario con respecto at otro.


Un ejercicio periodístico responsable puede centrar su atención en los feminicidios y dar cuenta de su dimensión política y simbólica. Se trata de colocar en palabras una realidad que cotidianamente afecta a cientos de mujeres en el mundo. Quien desee hacer un periodismo no sexista necesita entrar en un nuevo contacto con las palabras, un contacto analítico y cuidadoso que busque nombrar la realidad sin discriminar a las mujeres ni reforzar los estereotipos sexuales.

Quien desee hacer un periodismo no sexista necesita entrar en un nuevo contacto con las palabras, un contacto analítico y cuidadoso que busque nombrar la realidad sin discriminar a las mujeres ni reforzar los estereotipos sexuales, lo que debe evitar es relatar lo sucedido sin justificar o buscar razones de lo ocurrido (alcohol, drogas, discusiones, celos), ni relacionadas a la vida privada o las circunstancias de la víctima. , guardar especial cuidado con las fotos e imágenes que acompañan las notas, puesto que, no siempre es conveniente identificar el rostro o el cuerpo de la víctima. Protegiendo su imagen contribuimos en proteger su derecho humano a la intimidad. Dejar en claro quién es el agresor y quién es la víctima, y señalar cuáles pueden serlas actitudes y situaciones que ponen en riesgo a la mujer en una relación violenta.

Desde los medios de comunicación se puede apoyar el trabajo de las instituciones encargadas de ella. Por ejemplo, incluyendo en la noticia un teléfono gratuito de ayuda; manteniendo el tema en agenda, y denunciándola violencia en todas sus expresiones: psicológica, sexual, económica y emocional.

Es claro que buscar alternativas y soluciones a este tipo de violencia no es fácil, pero “hay que hacer un esfuerzo por explorar salidas” Los medios en muchas ocasiones están “presionados” por las audiencias, la falta de tiempo y otros muchos factores. Se centran sobre todo en lo que hacen las instituciones, los gobiernos, etc. “Sin embargo, es importante que los y las periodistas se decidan a bajar y ver cómo las mujeres se organizan en el día a día y, ante la ausencia de respuestas institucionales, construyen sus propias respuestas”.


martes, 13 de septiembre de 2011

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